Gabtriel Santiago
- Los fibromas uterinos son los tumores más comunes del tracto genital femenino.
- Aparecen en el 30% de las mujeres antes de los 40 años de edad
- En 30% de los casos causan hemorragia uterina anormal, dolor pélvico y otros síntomas que pueden afectar la calidad de vida de las pacientes
Es común que las mujeres tengan fibromas
a lo largo de su vida sin sospecharlo. Por lo general, el desarrollo de
fibromas ocurre en una mujer cuando alcanzan los treinta y cuarenta años.
“Hoy en día, es muy común comenzar una
familia entre los treinta y cuarenta años, esta generación ha pospuesto la
maternidad una década, y es en este punto donde es importante comprender
realmente la relación entre los fibromas y la infertilidad. Un 25% de las
pacientes que realizan un tratamiento de reproducción asistida tendrán un
mioma. La clave está en individualizar el caso y poder determinar con la
tecnología adecuada si este tendrá o no un impactó en el resultado del
tratamiento, de ser así elegir al mejor alternativa de tratamiento y poder
optimizar resultados”, comenta el Dr. Saúl Barrera,
director de IVI Panamá.
Los fibromas uterinos son los tumores
más comunes del tracto genital femenino, conocidos también como miomas, fibromiomas
o leiomiomas. Son tumores benignos (no cancerosos) que se desarrollan en la
pared muscular del útero.
Causas
Los fibromas se desarrollan cuando una
célula muscular uterina se replica a sí misma múltiples veces, creando una
pequeña "masa" de tejido en el útero
Existen algunos factores de riesgo que
incrementan la probabilidad de que una mujer desarrolle fibromas frente a
otras, como por ejemplo factores étnicos. Las mujeres negras tienen el doble de
probabilidades de desarrollar fibromas frente a las mujeres caucásicas. También
factores hereditarios, una mujer con antecedentes familiares de fibromas
uterinos incrementan las posibilidades de desarrollar fibromas, explica el Dr.
Barrera.
En los últimos años se han estado
desarrollando estudios que giran en torno a los factores ambientales, como las
dietas altas en consumo de cárnico y alcohol, y como están relacionados con el
riesgo de desarrollar fibromas.
Sintomatología
Generalmente son asintomáticos, sin
embargo, aproximadamente en un 30% de los casos su tamaño y localización
ocasionan síntomas molestos y dolorosos para algunas mujeres, como sangrado
abundante incluso puede provocar anemia, dolor pélvico crónico y síntomas de
presión (hinchazón, micción frecuente).
También pueden interferir con la
fertilidad, más específicamente los fibromas que cambian la cavidad uterina en
tamaño y forma, como los subserosos e intramurales, pudiendo afectar la
capacidad de una mujer de quedar embarazada, incluso con un tratamiento de
fecundación in vitro
Tratamiento
Si se detecta un fibroma de manera
fortuita y la paciente no presenta ninguna sintomatología, no hay necesidad de
tratarlo.
El tratamiento de los fibromas
sintomáticos va a depender de si la paciente está buscando un embarazo o no.
Para las mujeres que no están interesadas en concebir, existen múltiples
opciones para aliviar los síntomas de los fibromas.
Desde
tratamientos hormonales, incluidas píldoras anticonceptivas que pueden ayudar a
controlar los períodos abundantes. Mediante la embolización de las arterias
uterinas que alimentan a un fibroma, se suspende el suministro de sangre y
logran reducir su tamaño. Para el extirpamiento de fibromas se
realiza una cirugía mínimamente invasiva, ya sea por laparoscopía o
Histeroscopia según su ubicación.
Para las mujeres que desean lograr un
embarazo, el tratamiento va a depender de su localización. Los fibromas que se
expanden hacia la cavidad uterina (el área donde se desarrolla el feto)
generalmente deben extirparse quirúrgicamente.
Hay ocasiones que no es necesaria la
extirpación de un fibroma. Se puede diagnosticar mediante un ultrasonido o un
examen de resonancia magnética
Es importante que, si un paciente ha
experimentado algunas de las sintomatologías aquí descritas, debe acudir a un
especialista para ser evaluado.
Tipos de
fibromas
Los fibromas varían mucho en tamaño,
desde pequeño como una semilla hasta el tamaño de un melón y hasta más grande.
En algunos casos, pueden hacer que el útero se expanda similar al tamaño de un
embarazo de seis meses. Los fibromas se pueden ubicar en diferentes partes del
útero y en la mayoría de los casos, hay más de uno. Existen principalmente tres
tipos de fibromas.
Fibromas
subserosos: Estos fibromas se desarrollan bajo de la
cubierta externa del útero y se expanden hacia afuera a través de la pared,
dando al útero una apariencia porosa. Por lo general, no afectan el ciclo
menstrual de la mujer, pero pueden causar dolor pélvico, dolor de espalda y
presión en los órganos circundantes (provocando micción frecuente o
estreñimiento)
Fibromas
intramurales: Estos
son los fibromas más comunes. Se desarrollan dentro del revestimiento del útero
y se expanden hacia adentro, aumentando el tamaño del útero y haciéndolo sentir
más grande de lo normal. Provocan sangrado menstrual intenso y sensación de
compresión en algunos órganos.
Fibromas
submucosos: Estos
fibromas se desarrollan en la cavidad uterina. Estos son los fibromas menos
comunes, pero son los que desarrollan más síntomas. Incluso un fibroma
submucoso muy pequeño puede causar sangrado abundante y períodos muy abundantes
y prolongados.
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