Fermín Estribí
El
baloncesto mundial se estremeció el 26 de enero de 2020 cuando un
helicóptero se accidentó en el área de Calabasas en Los Ángeles,
California.
Nueve personas fallecieron, entre ellas la exestrella de la NBA, Kobe Bryant y su hija Gianna, de 13 años de edad.
Kobe Bryant y su hija Gianna
Foto: Getty Images |
Con
el deceso de Bryant termina la existencia terrenal de una de las
figuras más reconocidas del baloncesto, la que emergió en una época
donde el mítico Michael Jordan daba los últimos destellos de su
grandeza.
Nacido el 23 de agosto de 1978 en
Filadelfia, Pensilvania, Kobe siguió los pasos de su padre, el también
baloncestista Joe Bryant.
Su destacada
trayectoria en la escuela secundaria Lower Merion le llevó directamente a
la NBA. Aunque fue seleccionado por los Charlotte Hornets, en el Draft
de 1996, fue transferido a Los Ángeles Lakers donde jugó por 20
temporadas.
Durante su permanencia con los
Lakers, de 1996 a 2016, Bryant ganó cinco campeonatos, fue seleccionado a
18 Juegos de las Estrellas, Jugador Más Valioso en dos finales de la
NBA (2009 y 2010) y Jugador Más Valioso de la temporada 2007-2008.
Además ganó dos medallas de oro, con la selección de Estados Unidos, en
los Juegos Olímpicos Pekín 2008 y Londres 2012.
Su
liderazgo, frialdad para afrontar momentos de tensión en los partidos y
su espíritu competitivo le hicieron merecedor de sus colegas en el
baloncesto quienes le apodaron 'La Mamba Negra' (Black Mamba).
Bryant
también fue un amante del fútbol y tuvo la oportunidad de compartir con
grandes figuras de ese deporte, entre ellas los brasileños Neymar y
Ronaldinho.
El
baloncesto pierde a una gran figura, pero gana a una leyenda que será
recordada por su amor y pasión al juego. ¡Hasta siempre, Kobe Bryant!
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