Gabriel Santiago
· El cáncer de mama representa el 16% con respecto a todos los cánceres femeninos
· Entre 30 y 79 años es el rango de edad con mayor incidencia en mujeres con cáncer
El cáncer de mama es el más común en las mujeres a nivel mundial. Representa el 16% con respecto a todos los cánceres femeninos. Aunque el cáncer de mama está considerado como una enfermedad del mundo desarrollado, la mayoría (69%) de las defunciones por esa causa se registran en países en vías de desarrollo, según los datos de Carga Mundial de Morbilidad de la Organización Mundial de la Salud.
En Panamá, el Cáncer de mama va en aumento. Según las cifras oficiales del Registro Nacional Poblacional del Cáncer en el año 2015, se dieron 5 mil 722 nuevos casos de cáncer en Panamá, siendo los de mayor incidencia el cáncer de mama (798), próstata (627), cérvico uterino (401), colon entre otros.
Con la edad, el riesgo de contraer cáncer de mama aumenta. Si nos detenemos a ver las cifras del Registro Hospitalario de Cáncer del Instituto Oncológico Nacional, en la Frecuencia de casos de cáncer según grupo de edad y sexo, la mujer se encuentra en un rango de 30 a 79 años.
Esto debe ser una señal de alarma, el cáncer de mama es una enfermedad que está atacando incluso a las mujeres más jóvenes, y es que esta, a menudo está vinculado con factores hereditarios. Con lo cual muchas de las personas afectadas, también ven afectadas las posibilidades de tener hijos al enfrentarse a estos diagnósticos.
Detección temprana es clave para preservar la fertilidad.
La recomendación para una detección temprana son pruebas periódicas a partir de los 30 años para las mujeres sin antecedentes familiares de riesgo. Para las mujeres con casos conocidos de cáncer de mama en la familia, se recomienda que a mediados de los veinte años acudan a realizarse sus exámenes preventivos, porque en la ecografía y mamografía, los nódulos ya son reconocibles a partir de un tamaño de 5 mm, comenta la Dra. Mayka Morgan, especialista de la Unidad de Reproducción Humana de IVI Panamá.
Cuanto antes se detecte un tumor, mayores serán las posibilidades de recuperación. Esto también es sumamente importante para las mujeres y las parejas que quieren tener hijos, ya que la detección temprana brinda a los médicos en reproducción la oportunidad de llevar a cabo medidas de preservación de la fertilidad, como la congelación de óvulos (vitrificación).
Preservar la fertilidad como apoyo anímico para combatir el cáncer.
La quimioterapia en mujeres en edad fértil impacta de forma negativa el funcionamiento del sistema reproductivo de la mujer, afectando a los ovarios, como también la cantidad de folículos y el valor de la hormona antimülleriana.
Incluso hasta dos años después del tratamiento con quimioterapia, se siguen percibiendo los efectos secundarios, como, por ejemplo, la ausencia de la menstruación.
Por lo tanto, como el tratamiento del cáncer afecta gravemente la fertilidad, el asesoramiento sobre medidas de preservación de la fertilidad es de gran importancia.
Con una tasa de supervivencia relativamente alta, es necesario hablar sobre planificación familiar antes de iniciar de lleno un tratamiento exitoso para combatir cáncer. Al momento del diagnóstico, un tercio de las mujeres afectadas se encuentra en una etapa fértil y desea tener hijos.
Psicológicamente, esto incluso puede ser beneficioso para las pacientes pensar en la planificación familiar, ya que le da razones para mantenerse positiva ante la enfermedad.
Así lo demostró el estudio: Seguimiento médico y psicológico de las pacientes oncológicas que preservaron su fertilidad antes de iniciar el tratamiento: una lucha - un reto, llevado a cabo por el director de IVI Las Palmas, el Dr. Javier Domingo, donde quedó demostrado que en el 63% de las pacientes diagnosticadas con cáncer, que previo al inicio de un tratamiento de quimio o radioterapia, vitrificaron sus ovocitos, el deseo de ser madre resulto ser tan importante como el de sanarse.
Este estudio refleja la importancia del factor psicológico para combatir la enfermedad, ya que tan solo el hecho de haber preservado la fertilidad antes del tratamiento contra el cáncer les da a las pacientes esperanzas de aguardar por un futuro y les da ánimo a luchar contra la enfermedad.
Técnicas para preservar la fertilidad
Luego de evaluar el tipo de cáncer, así como otros factores tales, como el tamaño, ubicación y la progresividad del cáncer, se debe considerar la edad de la paciente y su reserva de ovocitos, para entonces conversar con el médico oncólogo sobre las distintas técnicas para preservar la fertilidad de la paciente.
Vitrificación
Los ovocitos son sometidos a una congelación ultrarrápida en nitrógeno líquido a temperaturas de -196º centígrados y posteriormente almacenados hasta que la paciente decida.
Esta técnica lleva un procedimiento que dura aproximadamente dos semanas, desde la fase de estimulación ovárica hasta el momento de la extracción de los ovocitos mediante la punción folicular.
Crio-preservación de la corteza ovárica
Se extrae un fragmento de la superficie del ovario mediante una cirugía laparoscopia. Luego el tejido es congelado y conservado los años que sean necesarios por la paciente. El procedimiento dura veinte minutos aproximadamente. Este tejido puede ser reimplantado, en una nueva intervención, recuperando su funcionalidad total, llegando a permitir inclusive la gestación natural, sin necesidad de apoyarse en tratamientos de reproducción asistida.
El objetivo final del tratamiento contra el cáncer es la recuperación de quien lo padece. Esto es posible hoy en día en un alto porcentaje. La medicina reproductiva ayuda a disfrutar la vida después de un tratamiento exitoso contra el cáncer y a cumplir los sueños tan grandes como el de formar o incrementar la familia.
Es necesario de los avances médicos para detener la enfermedad, pero también se requiere de una gran empatía psicológica y conocimiento de la situación de las pacientes y de todas sus necesidades para que el tratamiento tenga un enfoque integral.
Para lograr esto, es necesaria la comprensión y una rápida acción por parte de los médicos oncólogos en estrecha colaboración con los médicos especialistas en reproducción asistida.