La XLV Feria Nacional de Artesanías no solo celebra la creatividad y el talento de los artesanos del país, sino que también se convirtió en un espacio para la fe y la reflexión.
Durante la misa dominical realizada en el Centro de Convenciones ATLAPA, artesanos y visitantes se unieron para dar gracias a Dios y reconocer que honrar nuestras raíces y valorar el trabajo de nuestras manos es también una forma de evangelizar.
En su homilía, el sacerdote destacó: “Cuando un pueblo honra su identidad y valora el trabajo de sus manos, Cristo está presente. El trabajo dignifica a quienes lo realizan.”
La ministra de Cultura, junto a su equipo de trabajo y los artesanos, participaron en este encuentro que forma parte del compromiso de la feria, fortaleciendo nuestra identidad cultural.
La feria Nacional de Artesanías en su último día estará abierta hasta las 10:00 p.m. con venta de artesanías, experiencias y atractivos para grandes y chicos.
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